ligeramente abarrocado por los cálices del tiempo
sufro una sobredosis de identidad salvaje
merodeando las cavernas del cielo
recurro a la falsa armonía de la bestia
para camuflarme en poesía
y atraer incautas que devorar
quizás alguno de esos magos
que rozó las teclas de mi alma
olvidó explicar que resido
un universo que jamás cuestiona
aunque tampoco sabe perdón.
Vittorio Marcelus
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