demasiadas sombras juntas para no ser noche
demasiadas vísceras latiendo
esperar a un Frankenstein
demasiado humanos errando el planeta
allí, donde peligra el horizonte
las aves mueren de tanta civilización
demasiados gurues en las aguas hambrientas
sobredosis de religión que perdió la magia
demasiado sexo perezoso
soy un fundamentalista de la Noche silenciosa
del sueño que arrulla la conciencia
llevo el aurea vagabunda
y al borde de la vida
hacer mandalas con el alma.
Victor Marcelo Clementi
domingo, 2 de abril de 2017
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