El poema es otra disfunción orgánica, existe, aunque no en la naturaleza humana. Aquellas épocas de animal celeste quedaron sepultas, cuando la palabra era innecesaria. Luego vino Babel a confundir el silencio.
El Hombre ha plagiado las formas del Universo: la estética, apoderándose de ella; a partir de la insolencia bíblica que lo eleva sobre todas las especies. La Biblia anticipó el fin de la ecología.
La emoción engendra poesía, a veces, pero como todo alimento debe ser digerido y excretado con urgencia barroca. Retener un poema al igual que la orina puede estallar la vejiga sensorial.
La conciencia es otro organismo que metaboliza las impresiones, o la sujeción a ellas.
Pero la Tierra dejará de ser sumisa y nos vomitará la basura de tanta civilización.
Las toxinas que supimos concebir, como el poema.
Victor Marcelo Clementi Nasif
martes, 22 de mayo de 2018
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