esa luz suspendida en mis labios
no llegó a sonido
esa que acecha preguntas
desde los hórridos latidos tras la ventana
cuando me suponía niño
y gateaba por muros silenciosos,
entonces diluviar poemas
que escuchen con la sangre
la otra savia del planeta.
no llegó a sonido
esa que acecha preguntas
desde los hórridos latidos tras la ventana
cuando me suponía niño
y gateaba por muros silenciosos,
entonces diluviar poemas
que escuchen con la sangre
la otra savia del planeta.
nov 19
No hay comentarios.:
Publicar un comentario