intentando musas aleatorias en el confín del baldío
ni las suaves ardillas de tu pelo arrojarán amnesia,
cementerio de un nombre, allá...
donde los huérfanos sufren el carruaje de la espera.
¿cuándo prescribe la arrogancia de los besos?
mientras tanto me columpio en cicatrices.
perdónanos Señor por el escaso arte
que supimos concebir con nuestros cuerpos.
Victor Marcelo Clementi
domingo, 26 de febrero de 2017
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