perdona estos breves racimos de ignorancia
que declamo ante ojos fantasmas
crucificado a palabras
al fin expulsé el estigma
que atragantaba muelles
lo más parecido a la Verdad sería
ocultarme en el silencio
¿para qué provocarla?
¿a quién culpar por el error de existir
si soy descendiente de ángeles promiscuos?
la Noche ideal será la que me arrulle por siempre,
ya no habrá despertar ni manos que conmuevan
ya no seré yo mismo al borde del mundo
mientras tanto voy a distraer palabras huérfanas,
esas que arrastran al desapego.
Victor Marcelo Clementi
jueves, 17 de enero de 2019
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