aquí va un mito campestre
Supe de un caso, amigo, y créame que es cierto, por el tata se lo juro, de un hombre, un tal Ramón, un mestizo que abrió el misterio a machetazos. Pues sí, amigo, le hizo juicio a Dios por sentirse pobre, pena, olvidado; argumentando que por qué el otro tiene mucho y yo nada si todos somos iguales ante la mirada del creador. Y no sólo eso, se lo ganó al juicio nomás. Lo mejor fue cómo lo idenmizaron al Ramón. Resulta que Dios tuvo que concederle 3 vidas más, y bien opulentas. Además, por daños sicológicos y cuitas tuvo que resarcirle mujeres e hijos a granel.
Así que Ramón ahora debe andar por los 196 años, más o menos. Anda gordo y aburrido como siempre. Pobre cristiano, encima tiene que trabajar de sol a sol para mantener tanta cría.
Moraleja: nunca te ensañes con el barbudo.
Victor Marcelo Clementi
sábado, 12 de mayo de 2012
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