domingo, 29 de noviembre de 2009

“Las filmaciones del tiempo” de Juan Papini

Son videos de Papini subidos al sitio youtube en internet, de fama mundial, y que le dieron rápida trascendencia. Se define como un artista-científico. Recibe críticas salvajes pero muchos elogios. El título “Filmación del tiempo”.

En la primera grabación, una pared completamente blanca, video sin sonido. Transcurren cinco minutos sin nada más. La cámara pone la fecha 12 dic 2012 y marca la hora. Algunos debaten sobre si la pared está vertical, horizontal u oblicua; o si se trata de un techo o bien un piso. La falta total de referencias hace imposible asegurar eso. Papini no contribuyó a aclarar este punto.

La segunda grabación es menos monótona. En el centro de la pared una minúscula mancha de dulce de leche. A los dos minutos se ve pasar velozmente una mosca en el extremo izquierdo de la imagen. Varios segundos después vuelve a pasar otra mosca o tal vez la misma (algunos fanáticos en youtube dudan). La mosca se acerca a la manchita y se da un banquete de dulce de leche muy fugaz porque se ve aparecer, desde la derecha de la imagen, un veloz desplazamiento de una palmeta. El insecto aplastado cae directamente hacia abajo lo que define que la filmación es apaisada y que la parte de abajo del video corresponde a la realidad.

Sorprendentes comentarios: El nick “jauquin” asegura que hacia los 02:37:60/00 aproximadamente, un pixel de la imagen se ve más brillante por unos pocos cuadros y luego vuelve a su brillo habitual. Arriesga la siguiente teoría: un átomo del tiempo ha sido capturado por la filmación. Un comentario de “mistico” en cambio aseguraba que es la fugaz presencia material de un ángel, un hecho que se da una vez cada mil años en opinión de los teólogos.
Otro pontifica que es un neutrino que ha impactado con un pixel de la cámara digital. Es, dice, tal vez la única interacción neutrino-cámara digital de la historia. Argumenta lo difícil que un neutrino interactúe con la materia y los pocos años de existencia de las cámaras digitales. En resumen una coincidencia extraordinaria.
Más que perjudicar al video, esta anormalidad aumenta el énfasis del tiempo en la filmación, el mensaje claro es la manifestación del tiempo en el video. Esto plantea más discusiones filosóficas pero el prestigio de Papini aumenta.
Los que no son partidarios de la genialidad de Papini afirman que los videos on line de tortugas o de peceras también muestran al tiempo, o la forma de perderlo. Ni hablar de programas como Gran Hermano.

La tercera filmación del tiempo tiene audio. Muestra la pared y un estante que contiene un reloj despertador que produce un sonoro tic-tac. La tensión crece al acercarse el momento del timbre ya que el reloj tiene dos grandes campanillas en la parte superior. Genera un suspenso que no tienen los demás videos. El tic-tac y el movimiento de las agujas manifiestan el paso del tiempo. No tiene puesto el reloj de la cámara.
Al promediar el cuarto minuto se escuchan ruidos lejanos. Segundos después más cercanos y Papini insulta, un movimiento de llaves y abre la puerta. Un grito y una voz fuerte le ordena “Dame la guita o sos boleta”. Algo sale mal, algún movimiento del artista provoca la reacción del ladrón que le dispara. Muchos gritos de Juan Papini mientras el intruso huye. Pedidos de ayuda. Se siguen escuchando gemidos y aullidos de dolor cada vez más débiles y un respirar dificultoso.
Por último, pasos que se acercan, puteadas. Alguien pregunta “¿Está muerto?” y como respuesta, una orden desesperada para que llame a una ambulancia. Silencio. Se supone que el mismo personaje da stop a la grabación.


Sergi Puyol i Rigoll (o Ayatolaitz)

Poema de Yamila

la luz nunca
es suficiente

confecciona el tejido
donde la vida golpea

la materia resignada

sobrevive la bestia
como intención estética

la razón llora
la carne espanta

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Los ganglios de Tampocles

Todo es una versión de los Círculos Primordiales
espejismo de cualquier sediento,
si el monstruo hiciera caricaturas...
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Huyen por desafinados hemisferios
y embisten las ranuras por donde escaparían,
vírgenes del crepúsculo eternamente.
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Camino esa ojera diáfana
que tanto aludía Vallejo,
iré por la orilla desvelada.
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Piel de lágrima que insiste
disipar luces,
llegué tarde al recuerdo.
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Abro los músculos del día
igual a un cirujano ebrio,
acceso a rutinas acequibles.
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El horizonte es una pared traviesa
entre análogas penurias disloca la cautela,
juega y configura hasta sabotear.
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Desagotar, purgar el tóxico
mientras monóxido acontece
gérmenes de amor en la garganta.
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La primera frase anticipa el desenlace
implica aletargar, amaga un desmayo
¿a cuántos pensamientos estaré de la muerte?
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(Tampocles. Mitología: La Tierra que pudo Suceder)


Victor Marcelo Clementi


jueves, 19 de noviembre de 2009

Poemitas

Cada Idea que fuga
es un globo menos

¿otras manos?
quizás una rama.

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Actúa como si mañana fueras a morir.

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Los errores piensan
los aciertos juzgan
y esta reflexión me condena.

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Cuando dejo atrás el silencio
logro impenetrarme.

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Si no brota una frase
es porque la he vivido

Y si faltara un poema
trataría de esconderlo.

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Empalar una palabra fresca
así evitar cualquier secreción impune
cualquier erección volátil

Encajar, coincidir
verbos que pertenecen al Arcano.

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Soy lo que repudio
sufro lo que comento

alrededor los espejos acusan
demasiado

y puedo romperme.


Victor Marcelo Clementi

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El riesgo de la Babelización

Si tengo una obsesión desde hace algunos años, es esta: la maldición bíblica que encerró a todas las lenguas del mundo en una Torre para que nadie comprendiera. Y a eso nos lleva la globalización, a diluir la identidad en una licuadora multicultural. Si cada quien mantiene su propio idioma es imposible comunicarse, de allí la necesidad de unificar símbolos, universalizar. Entonces, ¿Cuál es la frontera entre conservar la identidad y perderla?
Una respuesta aproximada consiste en distinguir fundir de confundir.
Históricamente al Hombre le ha llevado décadas y siglos fundirse en otras culturas. Pero en el hoy. La velocidad de la comunicación y el traslado minimiza los tiempos de adaptación. Sea por migraciones necesarias para evitar el hambre o la guerra, los pueblos deambulan y diseminan hacia culturas distintas, hasta antagónicas. Y a este confundir le temo.
Si la mezcla de todos los colores hace el blanco, ¿qué dará la suma de todas las razas y culturas? ¿se perderá el verde, el amarillo, el rojo para siempre?
Una cosa es el respeto hacia otras formas y estilos o la curiosidad antropológica, otra es la conversión automática a costumbres foráneas.
Una cosa es la empatía, otra el desarraigo.
Si desde un punto de vista científico la intervención del observador deforma la realidad a calificar, ¿cómo interfiere entonces tanta mirada diversa en inconexa?
En la Naturaleza, la adaptabilidad de las especies y su intrínseca mutación evolutiva lleva cientos de miles o millones de años, ¿acaso el Hombre no es hijo de la Tierra?
Un puñado de siglos no convierte al Hombre en juez universal, aunque la Biblia autorice su potestad sobre todas las especies, ¿será una negligencia de Dios?
Mientras seamos esclavos de la pendularidad seremos capaces de viajar al espacio mientras intoxicamos al planeta. Es preciso detenernos, encontrar un punto de armonía que nos aleje definitivamente de la histeria mediática e inmediática.
En resumen, sospecho que la integración, cuando es hiperacelerada, desintegra. El des-tiempo provoca el efecto contrario.
Imitemos lo natural para recuperar nuestra verdadera identidad, así el respeto será el único mandamiento.

Víctor Marcelo Clementi 28 de Mayo 2009