viernes, 26 de diciembre de 2008

FUM YU (Humor)

FUM YU
versión criolla de Kun Fu

Pequeño Trepatechos:
·Si de pronto en tu morada destellan candelabros de oro
y una lluvia de diamantes dibujan tu deseo
reventaste una joyería,

·Cuando sientas las gotas deslizarse
sobre tu piel al borde de un acantilado
es porque te measte del miedo.

·Si en una noche desfilan vinos arrogantes
y una horda de fantasmas acude a festejar
seguro te mamaste.

·Si después de tanto humo las calles
parecen caminar sobre tu mente
y las alarmas quiebran aullidos
¿para qué mierda te drogás?


Víctor Clementi


viernes, 19 de diciembre de 2008

El "eje del mal" a dedo



Un Cristo marplatense de dos metros de altura recorriendo a dedo los países del "eje del mal" (según Bush). Juan Villarino recorre Oriente: Irak, Irán y Afganistán entre otros países asiáticos, todo volcado en su libro.
Ejemplares se adquieren desde acá: www.acrobatadelcamino.com
Enlace de su BLOG: www.acrobatadelcamino.blogspot.com

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Reflexiones (literarias) de un renegado

Lunfardo

Chamullo y sociedad

El lunfardo fue una de las caras en el espejo deformante que la Argentina exitosa de la generación del 80 deseaba ocultar, el hondo bajo fondo donde el barro de la sociedad soterrada se sublevaba, como siempre lo hace, primero a través del lenguaje. Con la mala vida prostibularia organizada en un país sobrerrepresentadamente masculino, dirían los sociólogos, la bohemia de café y piringundín y el inframundo de los parias y atorrantes, constituye un cuadrángulo de nación en las sombras, a medias tolerado y a medias perseguido por la oligarquía patricia detentadora del poder político económico, que hubiera deseado barrer bajo la alfombra y desveló a ejércitos de higienistas, damas de beneficencia –el charity sport elegante--y policías, que circunnavegaron el arrabal y el barrio, la Calle del Pecado y los conventillos, decididos a explicar primero, cercar segundo, reprimir finalmente, estos márgenes no queridos del sistema, que en el Centenario amenazaban, y a su modo lograron, vestir a la mona de seda. La inmigración trajo demasiados hombres, a los cuales, al no satisfacer, trató de contentar, y al no contentar segregó, incapaz de darles lo que les prometía, y los arrojó a la charca del suburbio, cuando los tanos, yoyegas y turcos no pudieron adueñarse de la tierra, a las grietas urbanas de insalubridad y hacinamiento llamados yotivencos, o directo a los caños de obras sanitarias, y en sus formas variables de disputarse el pan reñido en el paraíso del trigo for export, todos adoptaron un discurso mestizo de mil dialectos, para engañar al poder en la lengua oficial del viejo imperio, el castellano de Indias, y burlar, al menos simbólicamente, su asedio omnipresente.

Pero vamos paso a paso. José Gobello, en su libro Aproximación al lunfardo, explica por qué no considera al lunfardo un idioma, un dialecto ni una jerga: entre otras cosas, porque carece de sintaxis y gramática propias. Quien emplea palabras lunfardas, piensa en español, usando las estructuras y la gramática castellanas, y luego reemplaza una o más de esas palabras por sus sinónimos lunfardos. Por lo tanto, el significado último del discurso no cambia, pero toma un matiz diferente. La definición del Diccionario Lunfardo lo embroca así: "Vocabulario compuesto por voces de diverso origen que el hablante de Buenos Aires emplea en oposición al habla general". Eduardo Gargallone informa que lombardo, en el dialecto romanesco italiano designaba al ladrón o delincuente, que devino lumbardo y ya importado, cambiaría el fonema; recuerda que en 1926, ya consolidado el lenguaje arquetipo del Plata1, nueve individuos “no recomendables”(tres españoles, dos italianos, dos portugueses, un francés y un chileno) se congregaron en París, y de sus deliberaciones, nace el primer “código formal delictivo internacional”. traducido de inmediato a los distintos idiomas de los participantes y remitido a Buenos Aires en portugués. Esta forma de comunicación non sancta tomó nombre según sea el país de aplicación. En Francia se llama argot, en Inglaterra y EE.UU: slang; en España: germanía, hampa, caló, bribia y jerigonza. En Italia: gergo; en Brasil: giria dos gatunos, en Alemania: gaunersprache o rothwelsch; en Holanda: bargoens; en China: hiant-chang y en India: balaibalan. Más acá, en Chile, se denomina coa y en Perú, replana. Ya estaba en Buenos Aires en boca del pueblo, el pueblo que sería tratado dentro de pocos años, entero, como criminal, bajo los auspicios de la Década Infame. Otros sostienen que el término lunfardo procede del mundo bancario –otra forma de asociación ilícita: lumbart o lumbard se llamaba en Francia al prestamista o usurero; en España se llamaba lumbardo al banco de crédito, y en Londres, se dice, la calle de los bancos tenía por nombre Lombart Street (Furlán, 1971: 11).

En rigor, el lunfa se registró temprano, incluso antes que el tango, eso sí, en su mismo ambiente. Tal cual dijimos fue fruto indeseado de la paz y administración del 80, del seno de la imprecisa frontera de barro y pampa, cuando la capital del reino no dejaba el vértigo horizontal de la campaña ni era aún residencia señorial. Jorge Páez sostiene que el lunfardo original ´”lo hablaban más los secuaces que los hampones”2: la interacción para cometer un latrocinio requería el acuerdo tácito en los términos, siempre entre quienes los oficiaban en la praxis, no desde el que impartía las órdenes. La ensayista lunfarda Nora López no acepta, sin embargo, que fuese un “vocabulario gremial, la tecnología de la furca y la ganzúa”, como opinaba Borges3, ni al decir de Roberto Arlt, “una broma literaria inventada por los saineteros y por compositores de tangos, que los orilleros ignoran, salvo cuando los discos del fonógrafo los han adoctrinado”. López asegura que las palabras lunfas eran “argentinismos del pueblo bajo”, como las definió el periodista Juan Piaggio en un artículo de 1887 –“Caló porteño (Callejeando)”; su precursor, Benigno Baldomero Lugones, en otro legendario texto publicado en La Nación del 18 de marzo de 1879, advertía que en el “caló de los ladrones”, un tercio de la terminología “no pertenece a esa actividad especifica”, y no se pronunciaba sólo en las celdas de comisarías ni los aguantaderos. Y, argumenta López, si Dellepiane, Drago y otros analistas contemporáneos “las oyeron en estos lugares, no se debió a que eran propias de ellos, sino a que esos delincuentes pertenecían a las clases bajas y las conocían de ese ámbito”4. No implica una teoría conspirativa, pero la temprana impugnación al lunfardo y a su primo el tango entronca en la tradición purista-puritana de los voceros del régimen, perturbados por la presencia inquietante del gringo y del pobre masivo, cuyo discurso oral amenazaba la hegemonía del español dominante en materia de idioma nacional como su exorbitante número humano resquebrajaba la integración étnico-social bajo los fueros y privilegios del establishment aristocrático. Gobello (1993) medita que convertir al lunfardo en carcelario porque mucho de su acervo es delincuencial, es como sostener que el castellano es dialecto árabe debido a formarse en la etapa de dominación musulmana y porque incluye muchos términos arábigos. Tampoco sería un argot, pues en su léxico no prevalece lo local, sino lo inmigrado.

Horacio Ferrer aporta otra distinción, ésta de carácter espacial urbano. Según el tangófilo, habría un suburbio, “la baja ciudad, toda vez que la habita el humilde de buena costumbre” y un arrabal, del hebreo rabah, que significa desbordar la ciudad, multiplicarse, o del árabe arraba, extramuro, “el bajo de la mala vida”5. El lunfardo nació en el arrabal y subió al suburbio del conventillo, melting pot de nuestra nacionalidad, donde convivía el emigrante con el inmigrante, el lunfa con el cocoliche, la fabriquera y el changarin, el carrero y la modista. En realidad, se mixturaron los idiomas y los cuerpos, a la promiscuidad lingüística la acompaña la moral, consecuencia de un puerto que prometía prosperidad para todos y en Europa iba a reclutar desamparados junto a prostitutas, formidable negocio a plena luz de esta demografía masculina, con barrios dentro de los cuales cohabitaban el trabajo malpago, el hambre y el vicio. Si el tango vino primero, trasferido del extrarradio a las luces del centro, conforme lo iba adoptando la clase media y luego la más empinada en una de sus típicas operaciones culturales de neutralización, el sainete ya sí es enteramente urbano, nacido y criado en los inquilinatos --al menos en cuanto a inspiración ambiental--, el verdadero estómago de este organismo híbrido, la parte que centrifuga y con-funde. Sus nombres no eran los de la parroquia en que se afincaron, sino alegorías perfectas de esta sociedad en fermentación: Las 14 provincias, El Gallinero, El Palomar, Los Dos Mundos, Babilonia.

Dante A. Linyera –seudónimo de Francisco Bautista Rímoli, 1902-1938—dijo que “todos lo detestan pero todos lo hablan” y que en Buenos Aires “no hay cuatro personas capaces de entenderse si no utilizan el impagable caló lunfardo”. Corría 1928 y ya era patrimonio de la población como el Obelisco y Boca-River.

Las palabras y las cosas

D. Tamborini acierta al decir que no hubo un asunto de asimilación social, y por ende idiomática, no una absorción paulatina del otro desde el lado de la cultura dominante, sino una fusión, o sea, la aparición de una cultura nueva que sustituyó prácticamente a la de sustrato, tanto como el gringo suplió al gaucho y el lunfardo al castellano poscolonial, de cualquier manera no muy puro, si hay idiomas puros6. La hiperabundancia de vocablos italianos en la composición del lunfardo contrasta con la casi inexistencia de vocablos españoles; nadie se explica esta extrañeza, habiendo tantos trasplantados ibéricos a tierra argentina como ligures, lombardos o napolitanos. Aunque en los porcentajes no todos coinciden7.

Algunos términos proceden de la fragua indígena, en vías de extinción poblacional, como cancha, pucho, pilcha, chucho; otros son afronegrismos, habiendo todavía gente de color en Buenos Aires en las postrimerías del siglo XIX: quilombo, mandinga, marimba. Sí hay arcaísmos españoles; aguaitar, espichar, y de la germanía española del siglo XVIII, runfla y taita. Cómo llegaron es cuestión peliaguda, imaginable es que las trajera el gaucho mismo, como mestizo racial, y su larga prosapia a dos aguas. Del caló gitano son araca y mangar; inciertos e indescifrables se consideran mandanga o trolo. Creadas en todo tiempo las del vesre o inversión de grafías, la aféresis en ortiba (batidor), la epéntesis en colimba (de colima, reverso de milico); francesas: macró, pris o prisé (la pulgarada de cocaína); del polaco (papirusa) y del portugués (bondi, tamango, vichar, descangallado, fulo, chumbo). Se comprueban fenómenos de adición (endeveras, emprestar) y deformación o troncación (malevo) o derivación (amurar); palabras castellanas resignificadas (marrón, por ano; moco, por cometer por error). Toda una bibliografía se ha devanado por especular sobre atorrante sin conclusiones serias8.

De nuevo Gobello formula una disquisición entre prelunfardismos y poslunfardismos, según la época de sustanciación del palabreo. La lengua gauchesca, que tomó jerarquía literaria con el Martín Fierro, sería prelunfarda, o sea, anterior a la llegada del aluvión europeo, aún cuando el lunfardo las haya digerido a su repertorio posteriormente, tanto como la ciudad se devoró al campo. Los ya citados chumbo, chucho, descangallado, fulo, malevo, marimba, pucho, quilombo, etc., pertenecen a ese momento de transición a la modernidad y, claro, también agrupa términos tribales africanos, germanescos, quichuas y portugueses –éstos importados del Brasil. Existen para el especialista los llamados paralunfardismos, vocablos del lenguaje social y hasta del literario que “popularmente son interpretados como lunfardismos”, pero no lo son exactamente: chambergo, retrechera, garúa, farra, lunatismo. El azar de aparecer en las letras de tango y los diálogos del sainete tienden a confundir su origen con su destino. Postlunfardismos son los que enriquecen la parla de la gente después de concluida la inmigración, cuya fluencia se interrumpe, al menos masivamente, al estallar la Gran Guerra. Ahí entran a tallar hinchar (años 20), piola (1930), petitero (los 50), cheto, trolo y groncho, (a fines de los 70) y trucho (durante los últimos años). En las décadas del 80 y 90 se divulga el slang de la droga (pálida, bajón), el de nuestra economía (pedalear, bicicletear, tránsfuga, guitarrear) y la política (camelo, sanata); de la guerrilla pudo provenir copar, del psicoanálisis masoquear, de los oficios tachero, del automovilismo tuerca, de los jóvenes forro. Por eso Gobello apura una redefinición: lunfardo representa un conjunto de modismos y vocablos que circulan en el habla de Buenos Aires –o de las grandes ciudades argentas—en oposición a los correspondientes al habla común.

Poesía que me hiciste mal

La literatura lunfarda se inscribe en la poesía y en la canción, que son casi lo mismo. Los primeros tangos se articulan en chamullo reo no tanto por la temática ilícita o de avería sino por su intencionalidad sexual, más bien declaradamente procaz: Dos sin sacarla, Qué polvo con tanto viento, Con qué tropieza que no dentra, Siete pulgadas o El choclo, más tardío pero también eufemístico. Después vendrá Carlos de la Púa, Celedonio Flores, Bartolomé Aprile, Joaquín Gómez Bas y Julián Centeya. El maridaje de letra y música toma estatura literaria, más bien crea una poética inconfundible, con Mi noche triste, de Pascual Contursi, y su Percanta que me amuraste sería, entonces, la plasmación de una fórmula definitiva: el guapo que llora a solas, la minusa ingrata, el esplín, la curda proverbial para provocar la amnesia, y el universo de objetos que le son afines, el cotorro, la catrera y la viola.

De nuevo habrá que trazar el contorno del género a través de la vía negativa. No son lunfardos los versos de Evaristo Carriego (1883-1912), inmortalizado por Borges (1930) a tal punto que parece una de sus invenciones: el autor de Misas herejes y La canción del barrio fue un mitógrafo del suburbio natal, pero no se verifica en él la terminología rante sino el ambiente. Tampoco la desperdigada escritura de los bohemios, autoconsagrados marginales en virtud de su consciente divorcio del mercado editorial y su afán etílico-noctámbulo. Siempre hablamos de dipsodas refinados, herederos del modernismo y cultores de un idioma más o menos sofisticado y pasteurizados de tauras y esquinas, con excepción de las del Centro. Charles de Soussens, Emilio Becher y tantos otros perdidos en las antologías tenían pretensiones heráldicas, de un incierto, e ingenuo, elitismo intelectual9.

La poesía lunfa parece precocida para el formato tango; es probable que sus compositores soñaran con una futura adaptación que no se realizó. Nunca reniegan de su fragua plebeya. Necesario es destacar un código común como eje argumental, su deliberada, desembozada apología de los márgenes sociales (y laborales), el topos del conventillo y el bulín, la pareja no sacramentada y la mujer que no yuga de costurera ni dio el mal paso por inocente; la egolatría y el autoelogio del hombre; la satanización del trabajo reglamentado y, en continuismo, la celebración de no acarrear voluntariamente nunca una vida productiva y pequeñoburguesa. Araca, que leído desde hoy dista mucho de la corrección política y carece de revulsividad social, si observamos su declarada misoginia –excluyendo Malena o Grisel—de la que se salva la Vieja, la envidia por el ascenso del engrupido considerado un traidor, y la elegía por la pérdida material a causa, claro, de la papusa cínica. El resentimiento que segrega no puede adelantarse revolucionario, sino, en el fondo, conservador. El hablante quisiera ser reconocido entre los derechohabientes, aunque nunca denuncie la explotación sobre su honrada persona ni el cumplimiento de horarios oficinescos. El mundo fue y será una porquería porque ya no hay Borbones, y no obstante yo te di un hogar, pero siempre fui pobre.

Obvio decir que no todo el tango es refugio del lunfardo, apenas su manifestación más difundida. Su apelación suele ser humorística, para el desprecio zumbón, insistimos, sobre la mina que se manya hace rato, antes pobrísima y barata en todo sentido y ahora subida al descapotable, o referida al pituco, lamido y shusheta que cuando empezó a pelechar y oler a extracto francés creyó haber dejado atrás el turbio origen. Sin embargo, los grandes letristas del 2 x 4, sumando a Gardel, Discépolo, Manzi, Homero Espósito o Cadícamo, se alejan singularmente del lunfardo cuanto más profundizan en las emociones serias, la nostalgia, el lamento o la derrota, sentimientos esenciales del tango. Sólo recordar Cambalache, Cafetín de Buenos Aires, Uno, Barrio de tango, Percal, Malena, Los mareados, Sur, Sus ojos se cerraron, Volver, que no citan palabra alguna en lunfa. No resulta inocente el proceso de urbanización-occidentalización, de eso habla el traslado del tango del arrabal al centro. Rastrear el lunfardo nos retrocede al 900, al gotán tan prohibido como la verba de sus portadores, a Ángel Villoldo y Pascual Contursi10.

De la Púa, modélico iniciador de la poesía no musical, no perfila grandes sucesores. A medida que el lunfardo se introduce en el habla cotidiana también se desregula la cifra de sus voces, subiendo de clase y cambiando la estructura social de los conversadores. Cuando Cortázar lo emplea eventualmente es ya el novelista que vive en París, pero siempre lo localiza en los personajes y situaciones al margen. Julio Ravazzano Sanmartino, quizás el último cultivador conspicuo del parlamento reo, lo escribe para el tono burlón, la carta desde Devoto o Caseros y la crítica a la mina endiablada, pero se castellaniza llamativamente si homenajea a la mujer amada –que no será nunca una paica ligera—al padre, Pichuco o los sacrificados obreros. Si hay respeto, devoción o severidad en la denuncia, prefiere eliminar los lunfardismos, incurriendo así en una autocensura flagrante que termina desvalorizando al lenguaje como si al mismo tiempo aceptara su liviandad festiva o degradatoria. Entre los escritores cultos que tomaron algo del vocabulario ampliando la crítica no debemos soslayar a Juan Gelman (Gotán, 1962), pero se trata de títulos eventuales, nunca de poemas completos.

Donde más hallamos términos lunfa es en el sainete, primo hermano del tango y de su misma fragua mistonga y rea, tanto que durante mucho se lo chicaneó de subliteratura demagógica, de subteatro. Se cuenta que un tal Daly Machado, jurado del premio que nominó a Los escrushantes de Vaccarezza devolvió el texto a su remitente, porque no entendía una palabra. Corría 1911 y el tango mismo apenas era una expresión legitimada por la crítica cultural11.

El lunfa no ha muerto como literatura, al contrario se exhuma toda vez que aluda a la macrorrealidad de la vida lateral, más incentivada que nunca por el ajustismo neoliberal, el cual ha vuelto a producir las condiciones de su nacimiento. La cumbia villera de los 90 echa mano inmediata de su catadura, en consonancia con el ecosistema de los prescindibles. Guachín, Yerba Brava y Flor de Piedra son el ejemplo, y sobretodo Los pibes chorros: “Estamos todos jugados/ nada nos importa ya/ Sigamos haciendo quilombo/ la yuta no nos va a llevar”. Otros grupos de rock extravilla, y surgidos de los nuevos pobres, no dejan de citar en la jerga: Los Piojos, La Renga, Divididos, Los Caballeros de la Quema. Ivan Noble, líder del último, es quizás el autor que más lunfa usa. Nora López diferencia así el lunfa consolidado –el histórico—y lunfa consolidándose, sus neologismos en boca de la juventud (2002).

Entre nosotros vale nombrar al colega Víctor Clementi, que en sus Memorias de Gambeta es uno de los pocos que reflexiona sobre la metafísica mundana. “egresado de las calles y las noches, los potreros y los zaguanes” y hasta del lunfardo barroco, su manera de invocar y evocar ese planeta de bares, filosofía y mujeres, changas aleatorias y anecdotario de soledad en camaradería, en un fin de siglo distinto que se asemeja, cíclicamente, a la sociedad argentina imperecedera..

¿Será el último texto lunfa? Quién sabe. A lo mejor está volviendo, o recomienza, como todo en la patria nuestra.

Gabriel Cabrejas

2008

Bibliografía

Borges, Jorge Luis: El idioma de los argentinos. Buenos Aires: Gleizer, 1928.

Borges, Jorge Luis: Evaristo Carriego. En Obras Completas, I. (1923-1949) Buenos Aires: Emecé, 2007. 19ª edición.

Ferrer, Horacio: El libro del tango. Buenos Aires: Galerna

Franco-Lao, Meri: Tiempo de tango. Buenos Aires, ANESA, 1977.

Furlán, Luis Ricardo: La poesía lunfarda. Buenos Aires: CEAL, 1971. Colección La Historia Popular

Gargallone, Eduardo: “Aproximación al lunfardo”. En www.abctango.com

Gobello, José: Nuevo Diccionario Lunfardo. Buenos Aires: Corregidor, 1998.

Gobello, José y Soler Cañás, Luis: La literatura lunfarda. Buenos Aires: Las Orillas, 1961.

Gobello, José: Nueva antología lunfarda. Buenos Aires: Plus Ultra, 1972.

Gobello, José: “Aproximación al lunfardo” En www.ar.geocities.com/lunfa2000.

Gobello, José: “Prelunfardismos, paralunfardismos, postlunfardismos”. En www. ar. geocities.com/lunfa2000

Gobello, José y Stillman, Eduardo: Las letras de tango de Villoldo a Borges, 1966

Goldar, Ernesto: La “Mala vida”. Bs. As., CEAL, 1970. Colección La Historia Popular.

López, Nora: Qué es el lunfardo. En www.ar.geocities.com/lunfa2000

López, Nora: “Lunfardo consolidado y lunfardo consolidándose”. Ponencia en Jornadas Académicas “Hacia una redefinición del lunfardo”, organizada por la Academia Porteña del Lunfardo (3 al 5/12/2002). En www.ar.geocities.com/lunfa2000

Ordaz, Luis: Siete sainetes porteños. Buenos Aires: Losange, 1958.

Páez, Jorge: El conventillo. Bs. As.: CEAL, 1970. Colección La Historia Popular

Pérsico, Eduardo: El lunfardo en el tango y la poética popular. En www.elortiba.org

Rivera, Jorge B.: Los bohemios. Bs.As.: CEAL, 1971. Colección La Historia Popular.

Rodríguez, Adolfo Enrique: Diccionario del lunfardo. En www.todotango.com

Romano, Eduardo: Las letras de tango. Antología 1900-1980. Rosario: Editorial Fundación Ross, 1990.

Suárez Danero: El atorrante. Buenos Aires: CEAL, 1970. Colección La Historia Popular.

Tamborini, D.: “Lunfardo, lengua de inmigrantes. En http//:didattica.spbo.unibo.it.



1 Eduardo Pérsico (El lunfardo en el tango y la poética popular) afirma que “junto al tango forma los dos perfiles más relevantes de nuestra identidad, no los únicos pero sí los más visibles”, y lo define como “un código entre dos sin que se entere un tercero”. Cf también Gargallone: Aproximación al lunfardo.

2 En El conventillo, 1970: 80.

3 En El idioma de los argentinos (1928)

4 Cf. www.geocities.com/lunfa2000. Los autores que menciona López son clásicos de los estudios históricos, como Fray Mocho: Memorias de un vigilante (1887), Antonio Dellepiane: El idioma del delito (1894) y Luis María Drago: Los hombres de presa (1898). Consúltese el libro de Gobello y Luis Soler Cañás: La literatura lunfarda, 1961.

5 Cf. El libro del tango.

6 Tamborini, D.: Lunfardo, lengua de inmigrantes. http//:didattica.spbo.unibo.it.

7 Enrique del Valle, uno de los primeros lunfardistas (1921) cataloga estos guarismos, que confrontan el aserto anterior: españolismos, 78, 50%; italianismos, 12,66%; galicismos, 3,16%; gitanismos, 2,33%; indigenismos, 0,83%; germanía, 066%, afonegrismos, 0,16%. No conocemos su método de recopilación, pero los ha recabado en las primeras décadas (citado por Furlán, 1971: 13)

8 Castex opina que proviene de hato errante, en referencia al hato que llevan los vagabundos a cuestas; Díaz Salazar, de la Real Academia, cree que cuando aparecía algún desocupado en busca de trabajo lo empleaban en torrar café; Juan Castellanos lo deriva del verbo lunfa atorrar, dormir, y ya lo consigna Benigno Lugones (1879). Finalmente, se debería a la prosa de Fray Mocho (Memorias de un vigilante, 1887) la etimología más aceptada: se trata de los homelessTorrent, pero si fuera así habría originado atorrente. El investigador Ricardo Ostuni buscó en los archivos de OSN el nombre de tal proveedor, y nunca lo encontró (cf. www.clubdeltango.com.ar) . Tampoco hay acuerdo acerca del popular che, que algunos imaginan descendiente del mapuche che, pueblo, y otros descubren usual en algunas regiones de España y ya documentado en la Edad Media. Es también mitológico deducir colimba de “corra, limpie y barra”. Cf. Suárez Danero: El atorrante 1970: 17-19 y Nora López: www.geocities.com.ar/lunfa2000. que pernoctaban en los caños de Obras Sanitarias, instalados en 1868, de la compañía A.

9 Consúltese Jorge B. Rivera: Los bohemios (1971). Para el análisis de Mi noche triste y la evolución social del tango es imprescindible el trabajo de Eduardo Romano en Las letras de tango, 1990: 5-19. La perfecta sátira de los lieux commones tiene inolvidable sesgo en la comedia de Roberto Cossa El viejo criado.

10 Tal vez Sentencia, de Celedonio Flores (1923) sea la única letra comprometida, donde el malevo se defiende ante un juez por sus crímenes poniendo de atenuante su extracción: “Hay que ver, señor juez, cómo se vive/ para saber después cómo se pena”. Es copiosa la bibliografía relacionada con el estudio de las letras de tango y su contexto evolutivo. Mencionamos apenas tres libros. Meri Franco-Lao: Tiempo de tango (1977); Letras de tango, selección de José Gobello (1995) y antes Las letras de tango de Villoldo a Borges, en colaboración con Eduardo Stillman (1966) y la nombrada Las letras del tango, antología cronológica 1900-1980, de Eduardo Romano (1990).

11 El dato lo registra el especialista Luis Ordaz (1958: 125)

Reflexión literaria escueta

Era tan mal escritor que no tenía pánico a la hoja en blanco
sino a la hoja por él escrita.



Sergi Puyol i Rigoll

lunes, 10 de noviembre de 2008

susodichos

Dijo Cristo: deja que los niños vengan a mí...

Dijo Cristobal Colón: deja que los indios vengan a mí...

Dijo Cristian Castro: dejen que mami vuelva a mí...

Dijo Cristopher Lambert: deja que los chongos vengan a mí...

Dijo Cristina: dejen que la guita de las AFJP venga a nosotros, tu reino...

Especial para la Cocuzza de nuestro
corresponsal en Europa Ron Pierre Elhort

Víctor Clementi

lunes, 27 de octubre de 2008

Programación ciclo Under

Programación del Ciclo Under
sujeta a fluctuaciomes cosmotelúricas y caprichos extraterrestres


Viernes 31 de Octubre

De 19 a 21 hs
Presentación del Ciclo a cargo de HB Ruedas y Victor Clementi:
Vagabundos del Under

Claudio de Barracas


Sábado 1 de Noviembre

De 16 a 21 hs
Muestras concecutivas en el hall del Teatro, en la vereda y en el pasillo de la Biblioteca
Presentación del Libro: HB La Cola del Lagarto, La revelación
a cargo de Juan Fernández y Adeorán Dieguez
Presentación de los poemarios Colisión y Licencia para crear, de Victor Clementi

Lectura de poemas y narraciones. Gustavo Olaiz, Agustín Vispo, Juan Brando, Fernando Bonatto, Damian Mazur, Mónica Caiati, Marcela Predieri, Beatriz Pezzati entre otros.
Exposición de Revistas y fanzines: Sufrido Neanderthal, La Cocuzza y otras.

Presentación de La Avispa N 42,
Presentación de Antología de Poesía y Prosa ¨Pescadores de Ilusiones ¨. de la Ciudad de Miramar.

Música:
The Graveyardz.
Elio Cerone
Plástica, muestras varias, fotografìas, etc...
Tatuajes en vivo



Domingo 2 de Noviembre

Actividad en el Teatro Diagonal a partir de 20 y 30 hs

uManTrance.
Nevenka

Molinete Lumpen
Los Flotantes
Pex Frito

Lápiz y Viento (HB Ruedas y Willy Yacoma)
y Claudio de Barracas.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Cine Yanqui

Cine yanqui sin nominacionesViejos héroes, nuevos villanos

El cine yanqui sabe obrar milagros, conocido su hábito estético-mercantil por mirarse al espejo en el peor perfil. Batman el caballero de la noche (Christopher Nolan) y La conspiración (Paul Haggis), meten púa desde ángulos muy distintos sobre un tema predilecto de Hollywood: heroísmo y sociedad.
El anti-Batman. De todos los superhéroes, Batman siempre fue el más humano. No se lo hizo huérfano y pobre para que después un arácnido lo transformara endócrinamente como Spiderman, ni vino de otro planeta sobredotado y aéreo como Superman, ni una descarga de rayos gamma lo volvió versión siglo XX del dr. Jekyll como Hulk, ni encontró una máscara que hizo milagros sobre su fisiología como The Mask. Tan normal es Bruce Wayne que su metamorfosis se parece demasiado a la más elogiada por el imaginario yanqui: se hizo rico y de puro solidario se calzó el traje de murciélago y salió a desfacer entuertos, acorde a la gran utopía de una ciudadanía individualista: conjurar el mal, única mácula de una sociedad socialmente promocional. Tanto que hubo que inventarle una ciudad alrededor, Gótica, en vez de la cotidiana Nueva York, donde lo extraordinario se imponía solo para resolver males extraordinarios. A Batman debemos la primera gran mitología de las modernas ciudades mesocráticas, una colección de monstruos en disfraz y malévolos que, lo sabemos, perderán siempre pero difícilmente mueran, no en pos de la inevitable secuela, sino porque nos gusta verlos de nuevo, más calculadores y poderosos, ojalá, secretamente, invencibles.
El Batman the dark night de Christopher Nolan concreta otra resurrección, ahora que no hay dioses y necesitamos ver a alguno filmado. La serie de tv y un Adam West con pancita que todavía añoramos no dejaba margen a que se lo tomara en serio hasta que apareció Tim Burton (1988 Y 1992), y pasó a ser gótico en conjunto; Joel Schumacher, dos veces seguidas (1995 y 97), lo trivializó pero nunca logró que George Clooney ni Val Kilmer se sintieran cómodos dentro de la escafandra; Nolan pone las cosas en su lugar, pasa del negro al gris y tenemos el primer Batman casuístico, el que puede dedicar más de dos horas a elucubrar una película como ciencia moral. Y, adelantamos, no le sale nada mal maridar acción y filosofía, además de reunir a un casi inmejorable elenco de actores.
Batman inicia (2005) no pasó de ser un intento personal de alejarse de los fantasmas, a partir de un director que prometía ser la gran esperanza blanca, después de filmes rupturistas e inesperados en la industria como Memento (2000) y El gran truco (2006). Éste es más Nolan que el del primer Batman, y puede decirse, inaugura un modelo de film sobre superhéroes, el cual, con el tiempo, tal vez termine artefacto de culto. Fundiendo ideas de dos comics de Batman de los ochenta, The Dark Knight returns (de otro transgresor del género, Frank Miller) y Killing Joke (Bolland/ Moore), se construye una realidad aparte: la lectura de una sociedad frágil, a punto de caer bajo el caos total, tan necesitada de héroes cotidianos y tan patéticos éstos que la seducción del mal es una posibilidad inquietante de los propios buenos. The Dark pasará a la historia, además, por ser el postrer trabajo, magistral, del Guasón Heath Ledger, que se suicidaría poco después rubricando una carrera fugaz y perfecta como la de otros jóvenes inclasificables, James Dean o River Phoenix.
El Joker de Jack Nicholson y el Pingüino de Danny de Vito eran rarópodos de maquillaje y su anomalía moral provenía de intríngulis psicológicos; claro, hablábamos del mundo freudiano de Burton. El Guasón que compone Ledger apenas si hace mención al padre. Encarna al mal puro, gratuito, insobornable. Los mismos dealers de droga a su lado dan pena, mientras él incendia la fortuna parte de su botín, en impresionante pirámide, y sigue su macabra faena. No le interesa siquiera el poder, es el villano del poscapitalismo. Quiere demostrar que el Mal está en los demás, que sólo falta la chispa que les exponga su lado oscuro a la luz, que él no causa sino incita. Se trata del primer malvado –en años—que a pesar, o por, su aspecto grotesco, pero nunca exagerado –recordemos las caricaturas vivientes de Tommy Lee Jones, Jim Carrey, Schwarzenegger, Uma Thurman—realmente produce escozor. Mérito de Ledger, se enharinó mal la cara, que siempre se ve desprolija, como a punto de borrarse, representando, igual que su fea ropa de colores, una parodia de los trajes chillones de los malos batmanianos, y la certeza de que solamente un detalle nos separa de él. La escena en que camina rengueando vestido de enfermera, con la pesadilla de un hospital que va estallando paso a paso de un extremo al otro de la pantalla da ganas de aplaudir e imprime una de las exiguas secuencias de explosiones que quedarán registradas del cine actual.
Nolan recopila records de aplausómetro. No pone música incidental en las tomas de acción, maneja con nervio el vértigo de la narración y consigue que no le sobre metraje no obstante la longitud. Está obligado a postular buenos de una pieza, y sin embargo se ven flatulentos, indecisos y débiles ante un mal que se jacta de no tener precio. Concede, sí: ningún pasajero del barco oprime el botón que hará volar al otro, pero en la duda no nos convence que prefieran sacrificarse. La conversión del fiscal de distrito de intachable a vengativo ofrece a Aaron Eckhart la oportunidad de su vida como actor. El mismo Christian Bale asume un laburo que no le conocíamos desde American Psycho (2000). Y el dream team redondeado por Morgan Freeman, Michael Caine y Gary Oldman demuestra cómo puede ser eficaz la unión de grandes personalidades y una marcación exacta.
Batman el caballero oscuro da origen a un nuevo mito: el comic del universo absurdo, del Mal Mayúsculo dueño y señor a la vuelta de la esquina, simbolizado --también--en ese fiscal del Estado con medio rostro en calavera desnuda. Detalle no menor, jamás contemplamos el cadáver del Guasón vencido. Despedida tremenda para un actor inmenso del que se hablará siglos.

La deuda interna. Hank Deerfield, ex militar en busca de su hijo, aún ignora que fue descuartizado por sus propios compañeros, y no en Irak sino de regreso y tras una parranda de drogas y alcohol. Ve una bandera nacional invertida y le explica al salvadoreño que la cuida: al revés significa clamor de ayuda internacional, “que no tenemos una oración para nosotros mismos”. También ignora que al volver sobre su camino, la pondrá, de nuevo, de cabeza...
Todo un nombre parlante el de Tommy Lee Jones –el mismo, muy lejos del Doscaras de Batman--: Deerfield es campo de ciervos, como se llama en la Biblia al Infierno, y tiene remembranzas de The deer hunter, el francotirador que Michael Cimino filmó hace tres décadas para revisar, discurso fascistoide mediante, el heroísmo en Vietnam. In the valley of Elah, título original, se refiere al campo de batalla entre David y Goliat, que el viejo guerrero le relata al hijo de la detective Charlize Theron: “así vences a los monstruos, los atraes hacia tí y entonces les disparas”...
Paul Haggis no pinta como un Ken Loach a la americana, pero cuando dirige no se queda callado. Antes de La conspiración fue el responsable de Crash/ Vidas cruzadas (2005), ese fresco coral del Los Ángeles racista multiclase, y ahora presenta este Coming home del 20001, poniendo el lente en el mismo tipo de veterano de Vietnam ya padre de dos milicos, ambos sacrificados pero no en la Lucha por la Patria sino en la retaguardia, uno en un accidente y otro a manos de sus amigos del frente en licencia. Lo que sorprende aquí es el medio tono, la sobriedad sin apelación al lagrimal, un lenguaje entre confidencial y policial, ya que Jones y Theron, asimétricos Sherlock y Watson, o Quijote idealista y Sancho realista, reconstruyen un crimen y entretanto exhuman la gusanera de la invasión bushiana. Y lo que sucedió arriba de una humvee artillada a través de Bagdad o Faluya, arrollando chicos en la calle o torturando heridos, que Jones/Deerfield observa en su laptop, sigue en las afueras de una base militar acá no más, con soldaditos que regresaron adictos, suicidas y asesinos de sus pals, capaces de desmembrar a uno de ellos y luego ir a cenar pollo frito. El rol de Jones, autocontenido, a punto siempre de disolverse en bronca o llanto pero sin que lo veamos nunca, revela en puntas de pie a un sistema atroz y filicida que todos quieren barrer bajo la alfombra y del cual queda esa enseña puesta del revés, el grito mudo de auxilio de un imperio que extravió el norte moral y ya no sabe por qué, ni por quién, pelea. Excusa a la cámara ante el dolor hogareño, y Susan Sarandon, esposa y madre que sepulta a dos hijos, llora y la toma desde arriba, sin verle la cara; de lejos el matrimonio, en plano general, para que los adivinemos desolados pero sin espiarlos a un palmo.
La historia abre el abanico de los pequeños horrores que los USA no supieron conjurar y en cuyo nombre salió a distribuir muerte, pues lo que no se arregla en casa se duplica afuera. La Theron –cada vez mejor actriz--, y su duelo personal de madre soltera y discriminada al ser mina en la policía; la denunciante de violencia familiar, que nadie atiende, y termina ahogada en sangre víctima de otro veterano de guerra; el soterrado desprecio contra los espaldas mojadas ilegales que persiguen en la frontera y mandan a morir por esa Patria esquiva al Golfo. Un thriller político social como Crash era un drama múltiple con la misma intención. For the children, dice, secamente, la dedicatoria final del film.
Bella en su dureza desapasionada, La conspiración ya no inspira héroes de ficción o comic. El Joker, junto a los canallas que matan niños u ordenan hacerlo, es un aprendiz de payaso.

Gabriel Cabrejas

_________________________
1
Me refiero a Regreso sin gloria (Coming home, 1978), con Jane Fonda y Jon Voight. El francotirador, también del 78, con Robert de Niro, Christopher Walken, John Cazale, Meryl Streep.

viernes, 10 de octubre de 2008

Primer Ciclo de Arte Under



Entre el viernes 31 de octubre y el domingo 2 de Noviembre en las
instalaciones del Cine Teatro Diagonal (Diagonal Pueyrredón 3324 casi Bolívar) se desarrollará el Primer
Ciclo de Arte Under. La convocatoria es extensiva a escritores,
plásticos, músicos y cultores del género.
Los interesados de participar del evento, podrán acercarse al teatro
lunes, martes y viernes de 18 a 21 horas.
El Ciclo consistirá en exposición de Fanzines, publicaciones
alternativas, afiches antiguos, fotografías, poesía mural, dibujos,
etc, además de charlas y recitales varios.
Para mayor información
dirigirse a:
victormarceloclementi@yahoo.com.ar

PROGRAMA:

Viernes 31 de Octubre:
de 19 a 21hs. en el hall del Teatro presentación del ciclo y fundamento del mismo a cargo de HB-Ruedas y Víctor Clementi. Música y lectura.

Sábado 1º de noviembre:
de 16 a 21hs. consecutivamente en el hall del Teatro Diagonal, la vereda y la entrada de la Biblioteca Popular Juventud Moderna. Exposición de fanzines, libros, fotos, plástica. Muestras varias y un taller abierto a cargo de HB-Ruedas. Lectura y presentación de revistas y libros. Artistas invitados.

Domingo 2 de noviembre:
a partis de las 20:30hs. en el Teatro, cierre del ciclo. Lectura, música, monólogos e interpretaciones. VAGABUNDOS DEL UNDER.

Organizan: HB Ruedas y Victor Clementi

viernes, 3 de octubre de 2008

Reflexión

La Mujer es como la verdad,
debe apreciarse de día. sin tóxicos
y en lo posible desnuda.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Realidad Minada

Un ermitaño entre esquirlas
cada vez más exactas alrededor.
Él, sin embargo no abre colores
porque sus párpados ya fueron indulgentes.

Él comprende ser miniatura del acaso,
lo complejo es sólo desdoblar
así como el arte una inquietud meticulosa,
alérgica.

El sabio ignora bullicio
aunque una granada exhaustive las grietas
ya pactadas por su mismo.

La pureza encierra en una burbuja,
flota intacta entre asperezas
latente, por si alguna vez...


Victor
(resuelto en 10 minutos, un mes para meditarlo, un segundo para romperlo, 51 años indiscriminadamente)

lunes, 1 de septiembre de 2008

Insomnio

Tramoya vieja, la carta bajo la mesa
no es consuelo para el destino
aunque desvele buscando un fantasma
otro miedo que agonice en la piedra.
Un filósofo muerto bajo la cama
deletrea escombros con una pausa insaciable
Todo desvía hacia la misma curva
mientras hago dedo a la sombra
y vos, y vos en el mientras tanto...

–realmente escrito bajo los efectos de un insomnio putísimo, hace exactamente un rato–

Victor Clementi

viernes, 1 de agosto de 2008

Dragoslav Draganovic triple agente

Sofía Chotek

Dragoslav Draganovic era dragón en el horóscopo chino y dragoneante en el ejército yugoeslavo.
Nació en Yugoslavia, en la ciudad de Sarajevo en 1970, hoy Bosnia-Herzegovina. Venía de una familia tradicional de esa provincia otomana de Bosna-Saraj, luego provincia del imperio austro-húngaro, que pasó a ser de la Yugoslavia de Tito, hoy Bosnia-Herzegovina, mañana quién sabe...
Los nacionalistas serbios, la organización La Mano Negra, fueron los que provocaron la primera guerra mundial con su atentado en la ciudad de Sarajevo en 1914. Es sabido que el archiduque Francisco Fernando sufrió un atentado con una bomba, el plan A que fracasó ese día, tuvo éxito el plan B Gavrilo Princip con un revólver lo ultimó junto a su esposa Sofía, en caso de fracasar también éste, el plan C se trataba de un grupo de campesinos armado con horquillas y azadas, en caso de fracasar niños muy entrenados del grupo La Mano Negra armados con hondas lo esperaban con el plan D. El archiduque Francisco Fernando era de buena familia heredero del trono al imperio Austro-Húngaro, en cambio su esposa Sofía Chotek no era de familia noble.
En la guerra de los Balcanes Dragoslav traicionó al bando bosnio quedándose en el ejército serbio cuando su nación se intentó independizar de Yugoslavia. Y luego traicionó al bando serbio cuando atacaron a los croatas, pasándose al enemigo. Cuando instalado en el frente croata estos atacaron a los bosnios Dragoslav los traicionó pasándose al bando bosnio que al fin y al cabo era su país.
Se pasó a los serbios cuando atacaron a los albaneses pero los volvió a abandonar cuando lo hicieron contra los kosovares.
Por sus venas corre sangre de muchas razas, no sólo por su heterogénea mezcla racial de su familia sino también por la cantidad de transfusiones que causaron sus heridas de guerra, transfusiones y recuperación en los hospitales de la fuerza de paz de la ONU.
Más conocida es su actuación posterior donde Dragoslav organizó el terrible atentado de Minnesotta, cuando émulo del maligno, reemplazó partidas enteras de la golosina llamada goma de mascar por los llamados chicles laxantes. Causó caos en los baños públicos de los establecimientos educacionales del estado, así también en palabras bíblicas "levantó hermano con hermana" por la posesión temporaria del baño familiar.
Fracasó en su atentado de Kentucky, se elevó a los cielos con gran cantidad de globos que lo transportaban a él y la bomba. Una bandada de pavos salvajes, tal vez huyendo de su caza indiscriminada en tiempos navideños, chocó contra sus globos reventando varios, lo cual hizo que perdiera sustentación. Debió arrojar la bomba sobre el río Misuri y abortar su misión. Tuvo que pagar una multa en Cincinnati, Ohio por conducir globos en estado de ebriedad.
Hoy es buscado por la CIA, la KGB, la Sureté, la KGT, la Interpol y hasta la PoXipol.
Tan buscado por las policías secretas del todo el globo que los ordenadores de cada una de ellas tienen su foto como fondo de pantalla.


Sergi Puyol i Rigoll



lunes, 28 de julio de 2008

Las pajas de Sócrates (Humor)

Resumen de la tesis del Dr. Sertel Khul que le valiera el Doctorado en Honnoris Pajis en la Universidad de La Sobbona. Exclusivo para La Cocuzza





¿Cómo habrá eyaculado el Padre de la Filosofía siendo que la paja es la abstracción del sexo? El ¨cogito, ergo sum¨ que acabara Descartes (des-cartar: ir a baraja) traducido al aquí y ahora, no es otra cosa que: ¨ratoneo, luego a las manos¨.

Ya en su inmemorial metáfora de la caverna, Platón, su discípulo, prefigura la estética de lo oscuro, lo viscoso y confuso en La Gran Vagina; aquella que nos escupe a la existencia, a la vez que nos abruma con formas indecisas y danzantes, réplicas autómatas del subconciente.

El filósofo Manuel Kant, de lucidez inigualable, murió célibe, al igual que Descartes, Hobbes, Spinoza y Leibniz. Sólo las pajas alumbraban ese ¨imperativo categórico¨. ¿Qué significa el famoso ¨giro copernicano¨ que legara al pensamiento de su época, sino abandonar el sexo tradicional y volver al ¨inseminis pajensis¨?

En honor al significativo aporte a la humanidad, el término Manuela deriva en honor a su nombre: Manuel.

Manuela, Manolito, todas palabras relacionadas al autoestímulo y a los pelos en la palma de la mano.

A propósito, el éxito de tantos manuales de autoayuda no es otra cosa que la enseñanza práctica del autoabastecimiento.

Además, las ¨pajas cibernéticas¨que ofrecen internet y celulares de decimoquinta encarnación y que te provocan orgasmos al encenderlos, bien reemplazan a los fosilizados hot line...



Sertel Khul Mínimo



Sexólogo austríaco, autor de:
Crítica a la Vaselina Pura.
Ser y no ser, cómo le explico a mi mujer.
Penetración Imperialista vía Colon.

Colabora con las revistas de interés científico:
Umbral Órtico
Agujeros Negros y Esfínteres



Victor Marcelo Clementi

jueves, 10 de julio de 2008

Luego de tantos mundos

El Sábado 12 de Julio en la sala del Teatro Diagonal a las 21 y 30 horas, se presentará el espectaculo titulado "Luego de tantos mundos"

Música y Poesía Marplatense serán sus componentes.
La parte musical estará a cargo de una nueva banda de neta raigambre local: "De la Conversa".
Integrada por el ex-Maplot Raúl Islas (alias Ismael de Julia) en la guitarra, el bajo acústico y la voz, Willy Yácoma en Saxo soprano y flauta traversa, Ulises Zamudio en bandoneón y tres músicos de la nueva generación Juan Pérez, Hernán Zubillaga, y Francisco Schiavardi. Los tres percusionistas experimentadores y estudiosos de los ritmos que nacieron en el continente Africano. Cabe señalar que Juan Pérez también es tecladista y un compositor que dará que hablar en el futuro.
La música instrumental y cantada de "La Conversa" juega sobre el mar, con el color de las dos orillas del Río de la Plata.
En la faz literaria se podrán ver y oír en la voz y la presencia de la narradora Susana Herrán los textos de Víctor Clementi quien también oficiará de voz en off recitando sus propias creaciones.
Victor Clementi, poeta de veredas y esquinas donde rondan las musas atorrantas, escritor de Bares en donde se define todas las madrugadas el destino de la humanidad retrasando 24 horas el día del Juicio Final, rescatador de los sueños que una sociedad desquiciada y mediocre se empeña en etiquetar y vender, explorador de baldíos de barrios a los cuales siempre se vuelve.
"Luego de tantos mundos" sube a escena en el legendario Teatro Diagonal, recuperado recientemente para las actividades artísticas gracias al esfuerzo de los que creemos en lo auténtico.
Acompañanos a reconstruir nuestra
aldea para poder pintarla.


Johin Fler


El TEATRO DIAGONAL

se encuentra en Bolivar y Diag. Pueyrredón. Mar del Plata

Ilustra Quique Kessler




viernes, 4 de julio de 2008

Presentación de Revista


Presentación de La Avispa Nº 41 este sábado 5 de julio a las 20:30hs. en LA RADA (Jujuy 1673) se presenta un nuevo número de la revista del grupo DELAPALABRA dirigido por Marcela Predieri. Habrá lectura de textos con micrófono abierto, presentaciones de libros, juegos literarios, actuaciones teatrales y música con la temática humor, sexo y poesía. Entrada libre y gratuita, la consumición al alcance del bolsillo. Conductores integrantes de La Cocuzza.