En sintonía con los personajes expuestos, presentamos a Flemón Lescupitaj.
Sólo conocemos que fue expulsado de Francia en el 2009, cuando su padre llegó a Juez de la Corte. Donde, además, en otro acto compulsivo, cambiaron su nombre y apellido para que no manchara la estirpe.
Flemón fue una loca indócil, que siguió los designios de Artaud, Verlaine, Rimbaud, Genet, entre otros, y que se hacía penetrar en las riberas del Puerto de Marsella por marineros africanos, mientras escuchaba con auriculares a Edith Piaf y movía una banderita francesa.
Sus letras fueron tan excomulgadas como su persona; bastaría con recordar:
La Virgen Negra abortó
Cristo ya no morirá en la cruz
Literatura corrosiva. Textos plagados de erotismo, aunque de embriaguez obcena, cuando refiriéndose a la poesía, declamó:
Y yo
como una palabra
acabaré en tu boca...
Sospechan que mantiene correspondencia con Marcel Nasif, otro criminal de la literatura.
Licenciado Irineo Barbusa
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario