hora de regañar la angustia y abofetear
el discurso ilegítimo de los Kaníbales,
esos feudos con vientre asustado
que asoman a discursear
una proseción de falacias.
¿quién le hubiese propinado
un suicidio al omniciente?
antes que la miseria inunde sus bunkers
kulparan a los medios por escribir tragedias,
ellos partirán a madriugueras lujosas
hasta que necesiten cuerpos para alimentar codicia
entonces volverán y serán millones,
reabrirán el Coliseo, migajas al necio,
recaudadores del rey que mutaron dirigentes
son los mismos vampiros que beben tu alma
a lo largo de tanta inocencia que no acaba.
Vicius Clem
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