ya es tiempo de pactar una muerte certera
en lo posible bella
siquiera decorosa
para despedirme lúcido y aceptar
que nada ha conspirado en mi rutina
excepto quien ahora
es tiempo de meditar bajo la lluvia
mientras colapso palabras
que tanto desperdicié
tiempo de enfrentar todo cuanto provoqué
y cocechar sin maldecir el fruto agusanado
tiempo de olvidar este pronóstico
insaciable por emerger ideas
y que no deje algo por decir
tiempo de tener a la miuerte como amante
para sobornarla mientras pueda.
Victor Clementi
domingo, 18 de mayo de 2014
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