"crucé la puerta que no había tocado
sólo para volver a la misma calle"
Momento exacto para asesinar un poema
y degollar esas criaturas ociosas
que cuelgan de la mente hasta disecarla,
advierto bizarrear secuases logaritmos
acróbatas inciertos en el umbral con la nada.
Ignoro qué resortes misteriosos
habrá fumado mi aldea
para que nazca paria,
ni cuantos ancestros escupieron los dragones
hasta moldear esta esencia transitoria.
Tras algunos depravados intentos
de obsecuencia conmigo
logré castrar la armonía
en dos esferas antitéticas
con las que hago malabares
en la esquina de mis muertes
esperando una propina hechicera.
Vittorio Marcelus
domingo, 8 de marzo de 2015
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