y aún no he vuelto a mi carne,
me sueño recuerdo
yo mismo me pasé a buscar
para salir de mí
decidido a morar en limbos premonitorios
y el poema me vino
lejos de toxinas sociales
y del murmullo que derroca la belleza
tanto resentir ahuyenta los ángeles posibles,
las ventanas del cielo sólo paisajean
retratos de un edén dudoso
por eso aquí y sólo ahora
derroco a los mesías que presumen pan eterno,
las palabras expiran mientras la lluvia jadea
sé que volveré a mi cuerpo
cuando los arquetípicos juglares de la muerte
me den la bienvenida
mientras tanto escribo en las aldeas del sueño,
Victor Marcelo Clementi
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