froté el diluvio
y el Hacedor pronunció mi nombre
el cielo abrió una pestaña
de humo otra de agua
el humo escaló al Innombrable
el agua desnudó en las cavidades
entonces sospeché la Eternidad
justo cuando el primer Hombre
creció raíces y elevó las manos
en adoración instintiva
entonces acepté la tierra que trasmuta
y reincide mi alma a la ocasión
entonces desnudé mi vanidad
y supe viajar definitivo
sólo un pedacito de Tiempo.
Victor Marcelo Clementi
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
maravilloso Victor... como siempre.
Publicar un comentario