quedan pocos cartuchos de talento
debo proceder exacto
esquivar las flechas del camino,
restan mendrugos de ocasión
limosnas de belleza,
me debo instantes impecables
para acaecer intacto
y no caer en presagios redundantes,
quedan escasas ampollas de tiempo
ratos de inspiración casi despreciables
para arrojar a las Quimeras
han muerto todas las profecías
y los mesías no regresan al hombre.
Vittorio Marcelus
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