Visceré mis latidos de tanto expiar
cierto apego extrasensorio,
quise raspar esos andrajos
luego de invasivos virus existenciales.
renuncié a precauciones para convalidar
las piruetas de la mente,
pero la inconsistencia evapora identidad
y otra ilusión encarna.
siempre revolcarme en esta indefección,
jamás supe resolver el cálculo de lo versátil.
algo dentro avecina misterio,
desisto calibrar tanta maniobra.
si habré hambreado solsticios
al impregnarme de pueblo
a lo largo del viajero que no tiene camino
pero uno queda donde llega la mirada.
Vittorio Marcelus Clementi
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