jueves, 13 de agosto de 2020

Las balas no son celestes

Que la puñalada se disfrace de sonrisa
no le quita muerte,
un revólver hiere al monje que medita,
el silencio duerme al sabio.
por observar las Pléyades
un poeta cae al barranco,
un puñado de fronteras no hallan pueblo,
la Verdad es una ramera que muda hábitos,
el Universo quieto
sólo yo transito abstracciones...

es hora que el viento acaricie mi alma
y desate su música.

Agosto 20


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