a Marcelo Lobianco
Junio de carne y junglas ajedrez
por un lunes fantasma
a la vuelta del timbre
la lluvia intoxica.
Una angustia peregrina
con manos obreras
obliga a descender por un poema
escalera al Tiempo.
Viejos poemas sin maquillaje
breve hechizo de castidad
por esos callejones idolátricos
soy un espía.
La Noche es un parásito inconciente.
Un teléfono herido ronronea
en cualquier estación abandonada.
La misma Noche envejeció en Penélope
alrededor ilusos suicidamos palabras.
Por si algo contrastara
llevo dos cirujas en el bolsillo
para ahorcar la vanidad.
Victor Marcelo Clementi
martes, 13 de julio de 2010
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2 comentarios:
Me gusta tu poesía...
llegué de casualidad porque iba para otro lado :) y apareció este blog
que bueno!
Claudia Isabel, sos una privilegiada al haber encontrado la poesía de Victor, siempre es asi... Sublime.
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