Vi a un cadáver sin asumir que era yo.
No fue bajo espejo ni bajo ensueño
era yo detenido entre sangre
todito muerto de par a impar,
pero fue una poesía quien logró reanimarme.
Ahora no la recuerdo.
El Tiempo es un anciano que perdió la memoria.
2
En ocasión de suburbios
desarmé mi alma para enterrarla
en seis planetas insospechados
y es ahora cierta dejadez
errando de selva en cielo.
Vittorio Marcelus
miércoles, 20 de mayo de 2015
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