jueves, 30 de junio de 2016

Descendiente de un pecado imaginario

Quizás poseído por una especie invasiva
mi neurosis alimenta el desorden ritual
de acuerdo a la caótica relación con la materia

según la mitología alienígena
fuimos mejorados genéticamente,
tanto dioses y mesías esclavistas de la fe y el sudor

como prevee la evolución:
el depredador es más eficiente que la víctima,
entonces supremas las bacterias que deciden vida

el alma es otro virus existencial
que recodificará mi forma

por momentos me habita un romanticismo metafísico
y pretendo deshumanizar el planeta,
drenar la sangre infecta que nos legó civilización

a veces me supongo un pedazo de carne pretenciosa.

Vittorio Marcelus


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