Ya no quiero el dolor de los ancestros
el alma doblegada
la moneda corrupta,
ya no quiero exhumar alegorías
condones al misterio
veo la caducidad, el infarto
los abismos hambrientos del Cosmos
¿acaso el pecado original es el deseo,
la insatisfacción?
Vittorio Marcelus
sábado, 2 de julio de 2016
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