Algunos juegos de infancia
dañaron a inmerecidos,
entonces me abandonó inocencia
e indagué al asesino en mi rostro
al dios de los corazones baldíos
al pájaro que canta embalsamado
entonces acepté las bestias incoloras
que predica la carne
todo es tan volátil...
una mariposa en llamas
el parpadeo antes que la bomba estalle
la caricia de nunca supe quien
mientras dormía.
Vittorio Marcelus
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario