el Cielo es un estado de armonía
la gracia en que meditan ángeles
un lugar sin nombre
una calle que no existe
otra estación abandonada
donde sólo pasean fantasmas
ansiosos por el tren que nunca llega
soñé que el Tiempo
es una esfera redundante
nos devora nos escupe
clona cada pensamiento
en modelos caprichosos de energía
el Tiempo merece destilarme
hacer de mis jugos una bayoneta
que dispare huesos al viento
y así negarle sonidos a la primavera
evito palabras
para no parecerme a la palabra
aunque la transición a verbo
siempre me traiciona
hay gente que no tiene Cielo
indigentes de belleza
piqueteros del poema
sólo espero no caer en ellos.
Victor Marcelo Clementi Nasif
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