no quisiera morir de todo esto
la mitad es convención la otra mitad es mentira
Dylan Thomas
siempre intuí un atajo
tanto camino para aprender del dolor
asume cierto maleficio,
herencia o premonición, poco importa
demasiada profecía para sofisticar la paranoia
una pócima de excusas
más o menos confiables
condimentan el sortilegio,
entonces prisionero de una estructura hereje
-me refiero a esa herejía hacia uno-
acudo a embelesar los ornamentos
que me sostienen paria
en una ciudad cadáver
pitonisas y chamanes del new age
embriagan con néctar apocalíptico
en un sótano de Wall Street
mientras la Bolsa nace hijos deformes
en una aldea de Malasia
y los Indignados ocupan la misma herencia
que los pueblos colonizados
nunca fui elenco de esta película
nunca fui engranaje del sistema
ni pertenezco a tribu alguna,
simplemente escurro
testigo a la deriva.
Victor Marcelo Clementi
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