Parece que dios no está en todas partes
desde condenó a los hijos
a su propio albedrío,
desde tantos hilos laberintos
al éter inenarrable
quien lograse congeniar la dualidad
de la bestia metafísica
o sea
el deseo que pendula entre erótico y salvaje
será la llave de todos los umbrales.
Vittorio Marcelus
lunes, 22 de agosto de 2016
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