*Un Hombre verdadero no echa culpa a dios por su destino, ni a la familia, ni a la sociedad, ni al gobierno de turno.
Un Hombre verdadero enfrenta sus fracasos y los resuelve para así evolucionar.
*Encallar en piedras filosofales para ahogarme en un silencio peregrino.
*El resentimiento asesina al genio interior, ese oculto en nuestra lámpara de carne.
*Ser o pertenecer, esa es la ilusión devoradora.
Vicius Clem
lunes, 15 de agosto de 2016
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