miércoles, 29 de julio de 2020

1 poema 1 pensamiento

AL PARTIR
que mi último recuerdo sea bello
el perfume de mis hijos al nacer
el primer beso de un amor que ya murió,
sé que todo vive en la memoria del viento
y cada vez que invoco
mi alma es un aullido a la eternidad.

La falacia del Paraíso Perdido (semihumor)

No podemos regresar, no, no podemos...La sociedad nos acostumbró al bienestar, la cultura nos infectó con música, la ciencia nos alucinó de Cosmos y naves espaciales.
No podemos regresar a esa vida tribal, tipificada en Avatar; con largurichos verdosos, semidesnudos, apenas con taparrabos, morando en arbustos gigantes.Lo más parecido a un conglomerado simio. Pero eso sí: mágicos, agarraditos de la mano, ensortijados en un primitivismo demasiado ingenuo.
No podemos regresar, no, no podemos insistir cavernas y bosques; son paisajes turísticos, relajantes, luego de la histeria capitalista, pero jamás evitarían un enorme porcentaje de civilización que se hace imprescindible para subsistir. Hasta aquí nos trajo la evolución, con todos sus tropiezos.
Cierta inocencia devenida de la frustración social, permite refugiarse en el minimalismo de Tarzán, conviviendo con la naturaleza pura. Pero la Naturaleza verdadera trasmite violencia, contagios, muerte. Además, qué aburrido sería no poder concurrir a un Cine, ver un partido por la tele, no sé, no tener papel higiénico, ni videt, ni mata chivos...qué barandazo!!!
Así que, por favor, no me vendan estampitas de salvajes.
Somos lo que construímos con pedazos de mundo. Eso somos: una idea manifiesta, un complot hacia nosotros como especie; no sé, sólo sé que no podemos regresar, no, no podemos.
Necesitamos sinfonías, esculturas y mucho Universo.
Que la lucidez nos ilumine.

julio 20

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