domingo, 4 de octubre de 2009

El embarazo de la herradura



Tuvo tres remaches hermosos.
Sospechan de un sacacorcho
que fugó del establo
acusado por violín.
Lo delatan esos bucles
y alguna biela fulera
devenida en cenicero.
No son tan buenos vecinos
las tuercas y los bulones,
en todo caso buchones
que espantan de chusmerío.
Pobre herradura soltera
tirada entre los yuyales,
no hay potro para tus males
que banque tres críos guachos.

febrero 2008
Victor Clementi

No hay comentarios.: