Me suplico
robarle verdades al verdugo
para urbanizar nuevos ogros
desclasados
que atemoricen la lluvia
con su alarido salarial
Mientras
la caridad soborna al hechicero
la espada no distingue
los castos de Sodoma
Mientras
el discurso apropia vanidades
la tierra nunca será del mendigo
pero luego del mientras llega el siempre
un paraíso que ahorcará mentira y lujuria.
Vicius Clem
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