Cansado de orarle al Espíritu Supremo durante insonmios para que le arroje una chirola a mi destino, sin recibir un austero guiño de compasión, decidí hacer un Curso Intensivo de Hacker Místico. Allí residía el enclave del momento, ¿por qué resistirme? Todas las cláusulas de la existencia resumidas en tres meses de retiro, la síntesis del misterio en la Nueva Era.
Siempre adicto al atajo, opté por el camino breve para lamer el maná esotérico que vierten los cántaros de la Eternidad. Una trampita no puede deslucir la mejor intención.
Una vez diplomado comencé a darle manija al yeite para hallar la veta que me condujera hasta el mismísimo Barba. Exploré cuanta página Web mencionara la palabra "mística" para ir arrimando el hocico. Tuve que coimear a un par de maestros para que me tirasen datos, salir de ronda con elementales asexuados y otras cuestiones pecaminosas que sonrojarían a la superstición, pero valió la pena. Por fin conseguí lo que todo cholulo aspira, conseguí el celular del Viejo.
Es difícil que Joová te atienda, anda todo machacado, desde un par de agujeros negros en los intestinos hasta unos planetoides renales que le hacen orinar lava. Ni hablar de unas bacterias humanas que ya le lastraron medio hígado. Pensé que los patovicas exageraban el cuadro para filtrar, ya están empachados de giles y buscas.
Como sea, la cosa que de tanto perseverar el Capo me concedió una cita; a míiiii, a este vulgar desposeído. Yoooo, que venía de correrle rutinas a los santos, iba a estar face to face con el Trampa, apenas creíble para un mortal.
Aunque siempre predomina el caos de la desilusión. Fue decepcionante. Confieso que esperaba encontrar a una estampa lúcida, un viejito simpático a pesar de los achaques, en cambio hallé a un anciano postrado lleno de sondas que conectan al infinito, bebiendo el jugo de la vida de sus propias criaturas, vampiro eterno.
Qué hallazgo..! Dios chupa energía creyente para sobrevivir. Pero a causa de tanto Discovery, Animal Planet, Nat Geo y otros concubinatos con la ciencia, el ateísmo saltó la banca. Ya nadie chamuyaba con el Viejo, siquiera hacia adentro, sólo resta alimentarse con antiguas oraciones que vagan por el cosmos, las que nunca fueron escuchadas debido a tanto trabajo. Dios se autoconsume.
Pobre Vié, no tiene un pé...Y me fuí chiflando bajito. " el karma fue y será una porquería, ahora lo sé..."
viernes, 2 de marzo de 2012
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