Debería exorcizar las criaturas
que cruzan mi alambrado,
tantas razones duermen o despiertan
según fantasma fantasía encarna.
Ilusión hecha carne
hambre antropomorfa
nostalgia de cielo
tierra que vuela al ciclo de los cielos
lluvia humana.
Tierra que alambra y confina
para eludir al fantasma
que resuelve el arquetipo
del dios suicida.
2
Son las tres en la memoria residual.
Qué importa, soy tiempo
placer invicto,
un número itinerante
que sucumbe ante lujuria.
Esquivo la mugre de los días
para no escurrir a la cloaca
que unifica toda existencia.
Son las cuatro en mi sangre
y no he dormido siquiera un párpado.
Ya hizo eternidad, el mismo siempre,
por eso el cuando seduce
como el primer perfume.
Victor Marcelo Clementi
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