Nací con la estrella inversa. Una marca invisible e indeleble en mi frente actúa como repelente de la Suerte. Ofrecía lo mejor de mí; a cambio recibía garrotes, hasta de Pablo Marmol.
Traté de ser generoso y honesto; en respuesta: traición y engaño. Consulté horóscopos personales: ningún pronóstico encajó.
Intenté con brujas, gitanas y tarotistas varias, ni mis manos ni las cartas coincidían con el Libro de la Vida. Sentía una inmensa confabulación, todo despropósito. Mi Destino siempre será una bandera negra. Pero yo resistía. Equivocación de las Musas, un polvo incorrecto, no sé, algo falló en el organigrama sacro.
Leí cuanto libro de autoayuda apareció. Metabolicé hasta el hartazgo frases tales como : Usted Puede , El Poder está dentro suyo y demás consejos de almanaque sin un ápice de eficacia. Ni psicólogo ni parapsicólogo, ni cura ni curandero. Mi Karma fue y será una porquería ya lo sé... Aún así continúo sonriente, a pesar de la cangrena que me mutiló las piernas, a pesar de la gastritis que se devoró medio aparato digestivo, a pesar que la artrosis se apropió de mis brazos, a pesar de todo, grabo mis confesiones. Mejor dicho, lo hace mi asistente. A propósito, recién ví clavado un papel con su renuncia en la puerta del baño. ¿ ahora qué hago? No me puedo mover...Tanto optimismo me encuentra solo...Qué leche puta ! No alcanzo el grabador, pero no importa, hablaré hasta quedar sin palabbbbb.....
Victor Marcelo Clementi
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