martes, 2 de marzo de 2010

Asignatura

Siento odio, violencia, repulsión
y otras tantas perversiones
que jamás expulsaré
sólo porque pudor envenena.
Me siento huésped de una larva
insaciable que vacía el origen.

Los sucesos olfatean, anegan
arrepienten, desde ya, esta bilis existencia,
exigen límites en un brochet de miseria
que coincide con la negación del alma
y la carne hueca.

Parece que el dolor es la estirpe necesaria
para hacer del humano un sustantivo.

Aún con disfraz de pocilga
llevo la semilla del Imperio
(soy un paria que ha robado
un secreto a los dioses,
tan así que llevo prófugo varias existencias)

Entonces
haré un jardín en la roca
una metrópolis en la niebla,
daré vida a cuerpos hechos con migajas,
seré un dios en miniatura
que exhale bacterias creativas.

El caos es el primer ecenario de la magia,
cualquier objeto sustituto de mi esencia.

Entonces
de regreso y ya sin la ansiedad de la existencia
los sueños dejarán de serlo
porque imposible es soñar dentro de uno mismo.


Victor Marcelo Clementi
2 de marzo

1 comentario:

Lisarda dijo...

Este poema, aunque a primera vista no lo parezca, tiene el flujo y reflujo de un silogismo...Por los primeros versos te adivino un insospechado destino de cantante de heavy metal
(???).
Se lo extraña amigo, hasta que viaje a La Feliz en este otoño, pásese por Lisarda.blogspot o por bonustrash.blogspot. Hoy veo al Pantusaurio. Un abrazo.