El octavo día de la creación, Jehová lo decidió para su placer eterno.
Entonces, escogió a tres hombres de entre los tantos hombres
y les encomendó el Destino:
-Tu medirás el Universo - dijo al primero- y le entregó una vara.
Señaló al segundo, luego:
-Tu descifrarás la mente- y lo enfrentó a un espejo.
Por último dijo:
-Y tu repartirás el fruto de la Tierra- mientras le alcanzaba una balanza.
Desde aquel día en que Dios inauguró la Ciencia. la Psicología y la Política,
Dios ya no trabaja; escucha pacientemente al hombre y no cesa de reirse.
Victor Clementi
1 comentario:
EXTRAORDINARIO!!! Síntesis como pocas para verdades como muchas.
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